Año nuevo… ¿vida nueva?

Resoluciones para el nuevo año

Por:  Celimer Torres Rivera

Diciembre, para algunas personas, es sinónimo de resolución. Es decir, al acercarse el fin de un año,  muchos se proponen mil y una metas para que el próximo año sea  mejor. Las resoluciones más comunes van desde las económicas (ahorrar para uno o varios propósitos), de salud (bajar de peso), profesionales (estudiar una nueva carrera, lograr un ascenso, obtener o cambiar de empleo) hasta personales (casarse,  tener familia, viajar).  Algunas personas preparan sus listas y las  colocan en un lugar visible, como un recordatorio y  un intento por no apartarse de ellas. Pero, ¿cómo estar seguros  de que en 12 meses podrán alcanzarlas?

Según la Prof. Ada Kercadó, directora de la Clínica Interdisciplinaria de Servicios a la Comunidad, estos planes van a depender de cuán reales sean las  resoluciones y el nivel de compromiso que cada individuo tenga hacia ellas. Una recomendación que hace la Psicóloga es lograr reconocer que si se va a trabajar con resoluciones, hay que estar muy conscientes de lo que cada persona va a proponerse. “Las resoluciones deben hacerse de manera consciente. No deben justificarse en un vacío y no deben trabajarse como un simple ejercicio o  costumbre de fin de año” sostuvo la Prof. Kercadó.

Las resoluciones, como un compromiso personal, no deben presentarse a la ligera. Dado que son personales,  no se recomienda  hacer un análisis hacia lo que debe o no debe proponerse . Las resoluciones pueden ser similares a las de otros  y no por ello van a ser superiores o inferiores.

La primera resolución debe ser aquella en la que el compromiso personal sea para consigo mismo y que dicte los pasos hacia nuevas metas, nuevos sueños y esperanzas, en esta Navidad y siempre.

La primera resolución debe ser aquella en la que el compromiso personal sea para consigo mismo y que dicte los pasos hacia nuevas metas, nuevos sueños y esperanzas, en esta Navidad y siempre.

Por lo tanto, el primer paso es determinar si  las resoluciones son en realidad personales o si son propósitos para agradar a otros. Se debe considerar el porqué  se desean presentar unas resoluciones como propósito de fin de año. Como un segundo paso se puede hacer una evaluación de la lista de resoluciones.  Tal vez un buen ejercicio para este proceso pueda ser preparar una lista de varias resoluciones y luego, otorgarles un rango de prioridad. De esta manera se podría  ser un poco más objetivo y finalizar con unas posibles recomendaciones más reales hacia la realidad y propósito personal. El próximo paso puede ser el proponer  identificar el motivo que  motiva al individuo a    intentar alcanzar estas resoluciones. Sobre esto la Prof. Kercadó  aclaró “esta evaluación es un poco más profunda: ya hemos otorgado prioridades y ahora nos  corresponde identificar el propósito real para trabajar con ellas. Si el motivo es personal, con una meta específica,  objetivos reales y tareas claramente definidas,  las oportunidades de éxito pueden aumentar. Por lo tanto, al final del próximo año,  no nos veremos forzados a volver a incluirlas en nuestra lista,  porque de momento ya no eran tan importantes o simplemente,  no fuimos consistentes. Esto, de por sí,  sería una ganancia extraordinaria para con nosotros mismos”. El cuarto paso sería  enfocarse en las ganancias personales.  O sea si la persona alcanza esas metas puede sentirse más cómodo consigo mismo, estar conforme con quien es, mejorando y fortaleciendo su autoestima y su autoconcepto. En fin las resoluciones deben diseñarse para ayudar a ser una mejor persona.

Sin duda  cada ser humano necesita un  motivo y una meta que lo motive a alcanzar sus sueños. Ese motivo puede ser considerado como “mis resoluciones” para el año nuevo. Lo importante es que, al proponerlas, la persona esté muy consciente del compromiso que enfrenta, considerando el nivel de prioridad hacia cada una de ellas. Las resoluciones,  al ser personales,  van a variar . La sociedad no debe influir o dirigir a los individuos hacia ellas. Por lo tanto, la primera resolución debe ser aquella en la que el compromiso personal sea para consigo mismo y que dicte los pasos hacia nuevas metas, nuevos sueños y esperanzas, en esta Navidad y siempre.

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