Conservación arquitectónica…eslabón con el pasado

Armonía entre lo antiguo y  lo moderno

Por: Celimer M. Torres

 

Todos, al ir de paseo por la isla, nos hemos topado con estructuras o edificaciones que resultan  impresionantes.  Su encanto  muchas veces recae en esa mágica combinación que te transporta al Puerto Rico del pasado,  pero sin perder el toque actual y moderno.  Esta simbiosis entre el pasado y el presente no es casualidad.  Para lograr esta convivencia entre diferentes épocas ha sido necesaria la intervención de expertos en el proceso de la conservación arquitectónica.  Esto no es otra cosa que la protección de una propiedad para garantizar su existencia en el futuro.

La arquitecta Magda Bardina, coordinadora de la Unidad de Conservación y Preservación Adaptativa de la Escuela de Arquitectura de la PUCPR explicó que los arquitectos y todos los profesionales que trabajan con el tema de la conservación deben tener el conocimiento y dominio de la metodología necesarios para llevar a cabo una intervención en un edificio histórico.  “El trato a estos es definitivamente especializado.  El conocimiento debe incluir desde el obrero hasta el profesional que  lo concibe.

Un punto importante para destacar es la diferencia entre conservar y preservar.  La arquitecta añadió “Según se define en la Oficina Estatal de Conservación Histórica,  conservar es mantener una propiedad histórica en buen estado, hacerla durar o guardarla con cuidado. Por otro lado, la preservación es un paso para la conservación, ésta protege contra algún daño o peligro, pone la propiedad a cubierto de algún riesgo”.

“En Puerto Rico existen varios municipios con Zonas Históricas declaradas, tales como Ponce, Guayama, Viejo San Juan, Manatí, Coamo, etc. Cada una de ellas tiene su magia” declaró la Profa. Bardina.  La experta explicó, además, que es importante señalar la diferencia que hay entre lo que se conoce como centro histórico  y centro urbano.  “En ocasiones un municipio, como es el caso de Ponce,  puede tener Zona Histórica y tener un solape con el centro urbano.  El pertenecer a un centro urbano oficialmente convierte a las propiedades que estén dentro del límite,  en candidatas a ciertos beneficios de ley. Esto es un excelente recurso que ayuda a revitalizar los centros urbanos, en especial aquellos que coincidan con las zonas históricas”.

 Para lograr esta convivencia entre diferentes épocas ha sido necesaria la intervención de expertos en el proceso de la conservación arquitectónica.

Para lograr esta convivencia entre diferentes épocas ha sido necesaria la intervención de expertos en el proceso de la conservación arquitectónica.

En cuanto al proceso o elementos que debe tener una estructura para catalogarla como histórica,  la Profa. Bardina sostuvo “lo primero que debe pasar es que se debe evaluar  la misma.  Pueden existir estructuras históricas que hayan perdido su valor por diversas causas.  De igual forma puede haber estructuras de construcción contemporánea que sean estructuras de valor arquitectónico.  Muchas veces confundimos el término cuando se piensa que todo lo que es antiguo tiene valor histórico, sin embargo hay edificaciones que,  con el paso del tiempo,  han perdido su integridad, por lo que pueden perder su valor histórico/arquitectónico”. En cuanto a los elementos que se toman en consideración para catalogar una estructura como histórica, la arquitecta puntualizó que se debe comenzar por el análisis de la integridad de la edificación y de igual forma evaluar el porciento que le queda de todos sus elementos constructivos, decorativos y formales.

Para lograr atender sabiamente el tema de la conservación,  es preciso educar a las nuevas generaciones de arquitectos sobre este tema. La  Unidad Experimental de Conservación y Preservación Adaptativa,  de la Escuela de Arquitectura se enfoca en educar y sensibilizar a sus estudiantes para que aprendan a enfrentar una edificación histórica.  “Para esto utilizamos tres palabras claves en el proceso de aprendizaje que son: investigar, documentar y valorar.  Todo edificio, antes de intervenirlo,  debemos conocerlo y estudiar su historia.  De la misma manera,  antes de tomar cualquier decisión tenemos que documentarla físicamente para saber en qué condición  se encuentra la estructura en ese momento.  Por último sopesamos qué se puede hacer y cual es la visión  que se desea aplicar a la misma. La Escuela hace que el estudiante se enfrente a proyectos reales actuales.  Exponemos al estudiante a que busque balancear el trato de respeto a la edificación histórica pero, simultáneamente, marcando la época en que estamos interviniéndola” manifestó la Profa. Bardina.

“Es importante mencionar que los edificios y las ciudades sufren cambios a través de la historia, ya que nosotros,  como seres humanos,  también cambiamos y evolucionamos.  Nuestras necesidades y avances tecnológicos no son los mismos de hace un siglo, sin embargo podemos adaptarlos y podemos convivir con ellos.  Pienso que el mejor ejemplo del reciclaje al día de hoy es precisamente el reciclaje de nuestras ciudades y por consiguiente de nuestros edificios. Aprendamos a quererlos, a tratarlos y a adaptarlos manteniendo el respeto y a la vez seamos honestos en cuanto a nuestra intervención.  Que las futuras generaciones tengan claro en qué periodo se actuó sobre la edificación. Podemos convivir con el pasado disfrutándolo en el presente” finalizó la experta en el tema de la conservación arquitectónica.

Ponce Abre sus Puertas  evento celebrado durante el pasado mes de abril, fue una iniciativa de la Unidad de Conservación y Preservación Adaptativa. La actividad constó de recorridos culturales y arquitectónicos  en los que se visitaron casas museos, casas privadas y propiedades del Municipio de Ponce.  Los asistentes tuvieron la opción de hacer  los recorridos caminando o pedaleando.

Share