LA PROCURADORA DE LA MUJER VISITA LA PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE PUERTO RICO
Wanda Vázquez Garced participó de un diálogo interdisciplinario sobre la violencia doméstica en la Escuela de Derecho.
Por: Carmelo Cedeño de la Rosa.
La Procuradora de la Mujer, licenciada Wanda Vázquez Garced, participó del Diálogo Interdisciplinario, “Violencia Doméstica: Un Reto Social”. La funcionaria resaltó los esfuerzos que realiza la oficina de la Procuradora de la Mujer para educar a la ciudadanía sobre la conducta violenta en las relaciones familiares y la disponibilidad del servicio de ayuda a las víctimas de maltrato físico y emocional. “La violencia doméstica en la actualidad es un tema sumamente profundo desde hace varios años, ya que tiene unos raíces sociológicas terribles. Influye el patrón cultural en las relaciones de pareja y en las de las familias puertorriqueña”, expresó Vázquez Garced.
Anadió que “es función de todo buen ciudadano el conocer las señales de la violencia doméstica y la que se da contra la mujer en el entorno social para, de esa forma, educar y eliminar cualquier rastro de esta conducta”.
En el diálogo, la procuradora de la mujer hizo énfasis en lo que representa el ciclo de la violencia doméstica en la sociedad. El patrón/ciclo se repite, cada vez el nivel de violencia aumenta. En cada etapa del ciclo, el abusador está en pleno control de sí mismo y está trabajando para controlar y debilitar aún más a la víctima”, puntualizó.
El entender el ciclo de violencia y cómo piensa el abusador ayuda a los sobrevivientes a reconocer que ellos no tienen la culpa por la violencia que sufren y que el abusador es el responsable.
“Toda persona debe saber que la violencia doméstica tiene varias etapas que forman el ciclo de violencia: la trampa, el abuso, los sentimientos de “culpabilidad” del abusador y su temor a la venganza”, dijo. La procuradora de la mujer fue enfática al señalar que “La violencia doméstica no tiene fronteras y es un problema social definido por la Organización Mundial de la Salud que afecta a todos ser humano, no importa cuál sea su escenario social, económico o religioso. La violencia doméstica es un reto social porque se puede combatir de manera jurídica y social, pero es necesario un equipo multidisciplinario que sea experto en el tema para así educar al agresor, porque no tan solo se educa a las víctimas”.
Por su parte, el diácono y profesor de Derecho, Ramón Guzmán Rivera, añadió que las organizaciones sociales y religiosas pueden ser de gran ayuda para enfrentar este mal. Se abren aún más las puertas a esas víctimas que tienen el derecho a vivir en paz y tranquilidad. “El derecho a la vida es fundamental y no podemos permitir la violencia, sea en la calle o en la casa”, sostuvo Guzmán Rivera. Mientras, la licenciada Wanda Valentín Custodio aseveró que “aún con lo complejo que es el problema de la violencia doméstica, nuestros gobiernos y nuestra sociedad deben ir dirigidos a crear cada vez más conciencia en el núcleo familiar del efecto de esta irracional conducta y de las herramientas disponibles para atenderla”.
Este diálogo interdisciplinario se encierra en el quincuagésimo aniversario de la Escuela de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico. “Como parte de la misión institucional celebramos este diálogo interdisciplinario, que coincide con el mes en contra de la violencia doméstica. El mismo es de importancia porque nos ayuda a que nuestro protocolo sobre violencia doméstica tome forma y así podamos saber cómo manejar los casos de violencia que ocurren en nuestra escuela”, expresó el decano asociado de la Escuela de Derecho, Franklin Avilés.