10 días de aprendizaje, una vida de experiencias.

Pioneras inmersas en el conocimiento de los ecosistemas

Por: Celimer M. Torres

Sara Rosaly y Pamela Martínez, estudiantes de Ciencias Ambientales y de Biología respectivamente, vivieron recientemente 10  de los mejores días de sus vidas. Las jóvenes científicas formaron parte del selecto grupo que compone el internado que ofrece el  National Hispanic Environmental Council (NHEC) y que fuera celebrado en Nuevo México. Las Pioneras compartieron la experiencia con alrededor de 30 estudiantes, entre estos,  jóvenes de diversas culturas como coreanos, chinos, israelíes, hondureños y mexicanos.

Las jóvenes científicas formaron parte del selecto grupo que compone el internado ofrecido por el National Hispanic Environmental Council (NHEC) y celebrado en Nuevo México.

Este internado está diseñado para educar líderes ambientales y para que sus participantes experimenten y aprendan trabajando de lleno en el estudio y protección de ecosistemas, recursos naturales y energía. Sara Rosaly describió esta experiencia como la mejor decisión que ha tomado hasta ahora.   “Fueron 10 días llenos de  investigación, ejercicios, clases, diversión y cansancio, pero sobre todo de alegría. Realizamos “hiking” en el Bosque Nacional de Santa Fe y en el Bandelier National Monument, lugar donde habitaron los indios nativos americanos” sostuvo Sara.

Los jóvenes participaron de conferencias educativas de temas como  ecología, sistemas de agua, elementos de ornitología, pruebas de agua, suelo, macro invertebrados y aves, biología de peces, suelo, fuegos forestales y sobre cómo hacer una investigación.

Los participantes tuvieron la oportunidad de poner en práctica lo aprendido.  “Visitamos 4 sitios cercanos a ríos donde tuvimos que realizar pruebas de agua, suelo, macro invertebrados y aves. Acampamos por dos noches en Abiquiu Lake. Visitamos el Community College del norte de Nuevo México, donde tuvimos la oportunidad de realizar investigación en el laboratorio” indicó  Sara. Por su parte Pamela Martínez expresó “Hicimos mucho trabajo de campo. Nos dividieron en 4 grupos y nos llevaron a 4 ecosistemas diferentes. A cada grupo le tocó hacer una prueba diferente en cada ecosistema. Tomamos pruebas de pH, temperatura, nitrato, oxígeno disuelto, fosfato, entre otras en cada localización. Además de esto, cada uno de los instructores nos dieron varias presentaciones exponiéndonos los niveles adecuados que deben tener los ecosistemas para considerarse saludables o viables para los organismos. Al mismo tiempo, nos explicaron lo que hacen en el día a día en sus trabajos y por qué les gusta lo que hacen”.

“Nuestros estudiantes, como he dicho en otras ocasiones, aceptan los retos que se les presentan, Sara

Los participantes tuvieron la oportunidad de poner en práctica lo aprendido.

y Pamela no son la excepción.   Hace un año,  y como parte del Ciclo de Conferencias Ambientales, nos visitó  el Sr. Carlos J. Milán Especialista en Ciencias  de la División de Investigación y Desarrollo del Departamento de Agricultura Federal en Washington,DC.  Cuando surgió la posibilidad de que alguno de nuestros estudiantes pudiera participar en este internado  lo compartimos con el Sr. Milán.  Fue entonces que se eligió  a Sara Rosaly  y  a Pamela Martínez para participar de un entrenamiento que, como ellas nos han narrado,  incluyó experiencias enriquecedoras.  Extiendo un llamado  a nuestros estudiantes para que  se animen a buscar o a solicitarnos información sobre internados en sus áreas de estudio. Son experiencias que les cambiarán la vida” explicó la Profa. Carmen Reyes, coordinadora del Programa Sub-graduado y Graduado de Ciencias Ambientales.

Además del ámbito científico las jóvenes pudieron aprender y disfrutar sobre la cultura de Nuevo México a través de encuentros con personas que preservan sus raíces nativo americanas.  Las estudiantes exhortan a sus compañeros a participar de estas oportunidades que enriquecen su vida académica y profesional.  Tanto Sara como Pamela agradecieron a la Profa. Carmen Reyes por ser pieza importante en su crecimiento como estudiantes universitarias.

Los estudiantes durante su internado,  además, recibieron orientaciones sobre oportunidades profesionales en el área ambiental.  Para participar del internado los estudiantes deben tener entre 17 y 20 años.