Postvención, ayuda ante una pérdida por suicidio
Existen herramientas de apoyo para los familiares y amigos
Celimer M. Torres
Lamentablemente las cifras de personas que comenten suicidio son alarmantes. Esta pérdida impacta fuertemente a los familiares, amigos y conocidos de quienes fallecen por suicidio, conocidos como sobrevivientes. Para atenderlos y apoyarlos existe un proceso conocido como postvención.
“La postvención debemos verla como una herramienta de ayuda para los familiares y amigos que sobreviven a una persona que fallece por suicidio. Estimados conservadores refieren a que cuando una persona fallece por suicidio, 10 allegados se ven afectados de manera directa por este tipo de muerte. Otros refieren que el número de personas impactadas es mucho mayor por lo que el reto está en cómo nos podemos asegurar de que las personas afectadas reciban el apoyo y la ayuda que necesiten de forma adecuada y a la mayor brevedad posible.” indicó Ada Kercadó, directora de la Clínica Interdisciplinaria de Servicios a la Comunidad y el Programa para la Prevención del Suicidio de la PUCPR.
El Centro de Recursos para la Prevención de Suicidio (SPRC), la Administración Federal de Servicios de Salud Mental (SAMHSA) y la Fundación JED ofrecen unas guías para proveer apoyo a familiares y amigos que se vean afectados ante la pérdida por suicidio de un ser querido. “Estas personas suelen ser llamadas o identificadas como sobrevivientes y son aquellas que experimenten altos niveles de tensión a nivel psicológico, físico o social debido a este tipo de pérdida. En este grupo hay que tomar en cuenta a las personas que tuvieron una relación personal muy cercana con el fallecido, los que no conocían a la persona, pero se identifican debido a las noticias sobre el suceso y los que, de algunas manera, tienen que trabajar directamente con la situación entiéndase policías, fiscales, personal de rescate, respuesta rápida o profesionales que ofrezcan servicios de intervención en crisis” sostuvo Kercadó.
La experta en conducta humana explicó que, como parte de este apoyo, las etapas de duelo se manejan desde el punto de vista del sobreviviente como un mecanismo que les ayude a procesar la tragedia que envuelve este tipo de pérdida. “Desde este punto de vista, la negación ayuda de alguna manera a amortiguar el impacto en lo que la persona puede internalizar lo que acaba de suceder. La ira es una manifestación de una realidad que ya no se puede negar. En el proceso de negociación se pretende un último esfuerzo que nos permita encontrar algo que nos ayude a aliviar el inmenso dolor y el vacío que se siente, sin dejar a un lado los sentimientos de culpa o vergüenza. Esto puede dar paso a síntomas de depresión que pueden estar acompañados de un agotamiento físico, emocional y mental. Finalmente, cuando se alcanza la etapa de aceptación, la persona puede reconocer la pérdida y darse la oportunidad de entrar en un proceso de reflexión como parte del camino hacia la recuperación” explicó Kercadó.
“Lamentablemente aún existen muchos mitos sobre la prevención del suicidio por lo que todavía hay camino que recorrer. La postvención ayuda a promover la recuperación en los sobrevivientes por lo que esas primeras 72 horas son importantes en cuento a la coordinación de la intervención. En muchas ocasiones es una intervención en crisis siempre tomando en cuenta la necesidad de los familiares, de los amigos y de la comunidad. Todo esto, a su vez, se transforma en un esfuerzo de prevención de suicidio porque ayudamos a que los familiares, amigos y miembros de la comunidad identifiquen las señales de riesgo y puedan buscar ayuda” expresó Kercadó.
“Si una persona está experimentando ideas o pensamientos de muerte, manifiesta sentimientos de desesperanza, tiende a aislarse de los demás, presenta cambios drásticos en su patrón de conducta y emociones, tiene historial previo de intento suicida o hay un aumento en el consumo de alcohol y otras drogas, se recomienda hacer una consulta. La situación personal, la presencia y combinación de síntomas al igual que el nivel de intensidad de los mismos pueden ser detonantes para una conducta suicida. El dolor emocional es único e individual, de ahí la multiplicidad de factores que pueden llevar a una persona a este tipo de conducta. El sobreviviente debe saber que no está solo y que hay ayudas y servicios de apoyo para acompañarlos en este proceso. En Puerto Rico la línea PAS está disponible 24 horas 7 días a la semana. El número teléfono contacto es el 1-800-981-0023” indicó.
El Programa para la Prevención del Suicidio, adscrito a la Clínica Interdisciplinaria de Servicios a la Comunidad ofrece servicios de apoyo y consultoría sobre este tema. Para consultas o información pueden comunicarse al 787-841-2000 ext. 2411.