La filosofía de la mente y la inteligencia artificial: una introducción a las ciencias cognitivas

En el diálogo se profundizó sobre el funcionamiento, potencialidades y riesgos de la IA

El Comité Fe, Humanidades y Ciencias de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico celebró el cuarto diálogo sobre inteligencia artificial. El diálogo tuvo como título: La filosofía de la mente y la inteligencia artificial: una introducción a las ciencias cognitivas, y la presentación del tema estuvo a cargo del Dr. Antonio Ramos Díaz, profesor de filosofía y director interfacultativo del Dpto. de Filosofía y Teología, y del Dpto. de Bellas Artes, Música y Teatro de la PUCPR.

“La relevancia del fenómeno de la inteligencia artificial (IA), de cara a un futuro cada vez más plasmado por sus aplicaciones, no necesita mucha justificación. Pero más allá de la actualidad del tema, o incluso de una moda, lo que a todos como docentes, estudiantes y ciudadanos nos concierne y nos urge, es entender en qué consiste la IA, cómo funciona, cuáles son sus potencialidades y sus riesgos” expresó el Dr. Ramos, quien se ha especializado en la filosofía de la mente, la antropología filosófica, la filosofía de las ciencias cognitivas y la filosofía de Ludwig Wittgenstein.

El conferenciante contextualizó primero el tema de la IA en el ámbito de la filosofía de la mente y de los modelos básicos de la relación mente/cuerpo: el modelo dualista, que se remonta a Descartes, y el modelo monista. “La filosofía de la mente enfrenta tres grandes problemas: ante todo, el problema ´difícil´ -como alguien lo llama- de la conciencia; el problema de la intencionalidad o de la semántica que es la referencia del pensamiento a los objetos de la realidad; el problema de la racionalidad de nuestras acciones y pensamientos o ¿qué significa decir que son racionales?” añadió Ramos

En segundo lugar, ilustró el surgimiento de la IA desde Alan Turing y la conferencia de Dartmouth de 1956 y sus dos principales programas: la IA “débil”  como crear máquinas que actúen como humanos y la IA “fuerte” como crear agentes artificiales que tengan mente.

“Todavía no existe una definición universalmente compartida de la IA.  De hecho, el término ´inteligencia´ aplicado a la máquina usualmente no es unívoco, sino análogo o incluso equívoco” sostuvo.

Finalmente, auscultó en el ámbito más amplio y de más reciente constitución de las ciencias cognitivas, que es de mediados de los 70, y que concibe la mente como un “procesador de información”, abarca interdisciplinarmente diferentes saberes como la filosofía de la mente, las neurociencias, la psicología cognitiva, la lingüística computacional, la antropología cognitiva, la inteligencia artificial. “A la concepción de la mente como procesador de información se han planteado varias objeciones, que insisten sobre aquellos aspectos de la cognición humana que este paradigma no parece atender: el aspecto emotivo, corpóreo y social, la dimensión de la conciencia y de la ecología” concluyó.

El dialogo se llevó a cabo en modalidad remota.

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