Alerta a la “alarma ecológica”
Periodistas presentan hallazgos de sus investigaciones sobre los efectos de las cenizas tóxicas.
Amaury Pérez Rodríguez
Cientos de miles de personas en la región sur del País se enfrentan a la amenaza de sufrir graves padecimientos de salud. Esto debido al alegado manejo inadecuado de las cenizas de carbón que se han depositado, en algunos casos, ilegalmente en Puerto Rico. Al menos, así lo evidencian los resultados de una investigación que presentó el periodista y editor del semanario regional La Perla del Sur durante una conferencia en la PUCPR.
Omar Alfonso, junto al fotoperiodista Gary Gutiérrez, se trasladaron a la municipalidad de Arroyo Barril en República Dominicana. Esto con el fin de investigar, de primera mano, el impacto en la salud que provocó el supuesto mal manejo de las cenizas de carbón que depositó la empresa generatriz de energía AES Puerto Rico. Esta es la empresa generadora de electricidad mediante la quema de carbón ubicada en Guayama.
El dúo recopiló testimonios desgarradores de los residentes de este pueblo en República Dominicana sobre las nefastas consecuencias de salud que alegadamente provoca la exposición a las cenizas de manera cotidiana. A través del reportaje especial “Algo pasó en Arroyo Barril” del Centro de Periodismo Investigativo, los periodistas presentaron los sorprendentes hallazgos.
Dentro de los descubrimientos más notorios en Arroyo Barril destaca un gran número de casos con mutaciones y malformaciones genéticas, así como los abortos. “Los residentes de este pueblo en la provincia de Samaná relataron que aquello que estaban dejando en sus comunidades la empresa AES Puerto Rico era material de construcción”, apuntó Alfonso. “Tras el supuesto engaño y la ignorancia de los residentes, estos procedieron a llevarse las cenizas a sus hogares para decorar los jardines y patios por la apariencia arenosa blancuzca. Muchos de estos hogares no cuentan con cocina dentro de la estructura, por lo que los fogones ubican en el patio, muchas veces cubierto en la superficie con cenizas de carbón”, explicó el periodista.
En Puerto Rico, agregó Alfonso, “hay millón y medio de toneladas de cenizas de las que no se tiene constancia, pero sí de otras 2 millones de toneladas de cenizas. La inmensa mayoría están descargadas sobre depositadas en Arroyo, Guayama, Salinas, Santa Isabel, Coamo, Juncos, San Juan, Toa Alta, Dorado, Mayagüez y Ponce”. Añadió que esto es “sin contar las siete mil toneladas que sabemos que se han descartado en el vertedero de Peñuelas y las 350 mil toneladas que se han descargado, por informe de la Junta de Calidad Ambiental, en el vertedero de Humacao”.
Los investigadores presentaron los resultados durante el diálogo interdisciplinario “Alarma ecológica: cenizas tóxicas vuelan sobre Puerto Rico” el 28 de abril de 2016. En el encuentro presentaron documentos de agencias estatales y federales sobre este caso. Citaron estudios de laboratorio por parte de entidades privadas y académicas que evidencian las alegadas cantidades toneladas de cenizas que se han depositado en el llamado acuífero del sur. Ambos indicaron que “El principal abasto de agua potable de la región sur de la Isla ve su integridad comprometida debido a la alta concentración de elementos químicos nocivos a la salud como el talio y el arsénico, así como plomo, cromo y bromo, entre otros. A esto se le suma la categoría alfa, una de las radioactividades más energéticas”. Estos datos, afirmaron, se desprenden del estudio que realizó en el 2010 la firma Test America Labs con sede en Savannah, Georgia.
Los panelistas, aunque discreparon respecto de si se trata de un problema político-ambiental o de salud pública meramente, culminaron el encuentro exhortando a los jóvenes a involucarse en el tema, principalmente en el proceso de difusión de la información. En el diálogo también participaron el doctor Ramón Soto, profesor de Psicología de la PUCPR y el líder comunitario en Salinas, Víctor Alvarado.
El encuentro fue auspiciado por los departamentos de Estudios Hispánicos, Psicología, Química, la Escuela de Arquitectura y la Vicepresidencia de Asuntos Estudiantiles.