“La evolución de las comunidades virtuales y su impacto en la sociedad”
Discuten en la PUCPR la realidad de los medios sociales digitales y su efecto en las comunidades físicas.
En Puerto Rico, el 75% de la población de 12 años o más acceden a internet o tecnología móvil, y 9 de cada 10 de esos usuarios están conectados a redes sociales. La interacción cada vez es más más poderosa y tiene un impacto en las comunidades. Así lo aseguró la directora de la División de Análisis y Política Social en Estudios Técnicos, Inc., Lic. Anitza Cox Marrero. Durante la conferencia Geografías comunitarias: de las comunidades físicas a las comunidades virtuales y viceversapresentada hoy en la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, recinto de Ponce, Cox Marrero mostró una radiografía de los medios digitales en la Isla y cómo se transforman las comunidades.
“Lo importante es cómo miramos los espacios en los que la población está interactuando e intercambiando información, y cómo se traduce en otras acciones más allá del mundo virtual para tener un impacto en nuestras comunidades. Son el espacio perfecto para convocar. Se van conformando unos grupos que comparten intereses y necesidades, pero el reto es cómo traducimos esa interacción en acciones concretas en comunidades. Es decir, desarrollar estrategias que permitan movilizar ese capital social hacia el trabajo en nuestras comunidades físicas”, explicó la también vicepresidenta de la Fundación Comunitaria de Puerto Rico.
Los influencers es otro de los movimientos que continúa en incremento. “El 53% de los usuarios siguen figuraso líderes en sus redes sociales que comparten diversos intereses y llevan a cabo acciones vinculadas a esa información que comparten ese influencer. Entonces, ¿cómo podemos ayudar a apoderar figuras o influencersque estén vinculados a los temas de impacto social, que ayuden a capitalizar ese movimiento a las causas sociales”.
De hecho, Cox mostró estadísticas que muestran que el 26% de esta población virtual se ha unido a causas sociales a través de redes. “Comenzamos a medir cuántas personas seguían páginas sin fines de lucros y es interesante que se ha logrado llegar a esa población que apoya plataformas que abordan temas de impacto a nuestras comunidades”, explicó. El evento continuó hoy como parte del cuarto ciclo de conferencias que organiza el proyecto de Responsabilidad Social, Transparencia e Integridad (ReSTI) de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico.
Tras la conferencia de Cox Marrero, dos expertos analizaron el tema desde el aspecto tecnológico y el
desarrollo de comunidades virtuales. El Dr. Edgar Rodríguez Ríos, director ejecutivo de Telecomunicaciones y Tecnología de la Información de la PUCPR hizo énfasis en la seguridad tecnológica y la responsabilidad social. “Tenemos que disciplinarnos para proteger nuestra información. En la medida en que no publiquemos nuestras credenciales e información personal, nos somos socialmente responsables. Los ataques en la red son diarios, por lo que es importante ser cautelosos con lo que compartimos. No pongamos en riesgo a otras personas que compartan en la comunidad virtual”, exhortó.
Por su parte, el Sr. Joel Vélez Colón, director ejecutivo de la Oficina Institucional de Relaciones Internacionales de la Universidad, presentó proyectos internacionales que se desarrollaron mediante comunidades digitales. “Desde la PUCPR creamos comunidades virtuales que ayudaron a promover los objetivos de la Institución y de ODUCAL, organización internacional a la que pertenecemos. Como miembro de la Subregión México, Centroamérica y el Caribe de la Asociación de Universidades Católicas de América Latina y el Caribe (ODUCAL) pusimos en marcha proyectos educativos y de diálogo entre las más de 100 universidades que pertenecen a este organismo. Esto realmente ha sido un gran éxito.”
“Las comunidades como línea de supervivencia ante una emergencia”
La misión comunitaria y la responsabilidad social ejes, de análisis en la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico.
Luego de la emergencia que vivió Puerto Rico tras el fenómeno María, afloró, con gran fuerza, el espíritu de solidaridad y apoyo comunitario. Pero, al pasar la página y continuar el proceso de recuperación, ¿cómo sostener y fortalecer este esfuerzo solidario en las comunidades?
Según el Dr. Nelson Colón Tarrats, presidente de la Fundación Comunitaria de Puerto Rico, “María generó una gesta única, solidaria y abarcadora. María nos provoca ahora una mirada de acceso equitativo, en las mismas condiciones, a los recursos de vida. Pero, esa idea debe perdurar para siempre, porque parte del reto es no acostumbrarnos a que esos accesos al agua, a la luz, a la salud y a la vida, se interrumpan”. El especialista en educación, antropología, desarrollo comunitario y filantropía presentó la conferencia Esfuerzos comunitarios “espontáneos”, ¿cómo lograr que se articulen y permanezcan? como parte del cuarto ciclo de conferencias que organiza el proyecto de Responsabilidad Social, Transparencia e Integridad (ReSTI) de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico (PUCPR).
Como estrategias para lograr sostener estos esfuerzos de manera espontánea, es vital crear un sentido de pertenencia y propiedad colectivo en los ciudadanos. “Esto es nuestro, los servicios esenciales son nuestros. Ese eje de que las personas se activen, participen y se hagan dueños es una oportunidad, una semilla de esperanza que abrió María. Buscamos ese liderato, apoderamiento, fortalecimiento y organización comunitaria interna, y lograr capitalizarlos. Esto produce una gran ‘pega’ de solidaridad cuando se trabaja en un foco mutuo” resaltó.
Incluso, como ejemplo, Colón Tarrats explicó un proyecto de energía solar que desarrolló, junto a la Fundación, una comunidad en el área Toro Negro de Ciales. “¿Por qué no diseñamos una comunidad solar en Puerto Rico en la que los vecinos sean los dueños? Toro Negro estuvo 11 meses sin luz y se convirtieron en la primera comunidad solar. A través 7 microrredes, 25 familias energizaron a 85 personas. La comunidad es dueña y administradora del sistema de energía renovable. Todos se pusieron de acuerdo, tenían el liderazgo y la organización. Ahora ellos cuentan con su propio sistema de energía eléctrica”.
Asimismo, el presidente de la Fundación Comunitaria de Puerto Rico hizo énfasis en identificar las
necesidades y las capacidades en las comunidades para lograr un junte de cambio. “Parte del trabajo de las universidades es hacer acercamientos para buscar espacios de oportunidades. Convertir el tradicional estudio de necesidades en un avalúo de oportunidades. ¿Dónde están las necesidades, dónde están las capacidades para trabajar en las diversas áreas y dónde está el junte para lograrlo?”, cuestionó. Puede contactar a la Fundación en su página: https://www.fcpr.org/.
Por su parte, Efraín O’Neill Carrillo, profesor de ingeniería eléctrica de la UPR de Mayagüez, se unió a este análisis. “El tema de la comunidad de supervivencia es fundamental, particularmente en este proceso de recuperación. Esto es una lección que no nos podemos olvidar y tenemos que fortalecer el papel de las comunidades”. De hecho, habló sobre la importancia de capacitar a las comunidades para que asuman rol protagónico en atender las necesidades básicas. “En estas destrezas las universidades tenemos mucho que hacer. En el recinto de Mayagüez de la U.P.R. por ejemplo, trabajamos el concepto de oasis de luz. A través de donaciones, instalamos 5 sistemas solares pequeños en diversos puntos de Puerto Rico. Fue una iniciativa muy valiosa que esperamos sirva de modelo para otras comunidades”, dijo O’Neill Carrillo.