Los tiempos de La Católica eran “un verdadero gozo”
Fallece P. Moisés Navascués.
Conoce sobre su vida y legado en La Católica.
“En casi todas las ocasiones que se sucedieron después de esta primera entrevista, el P. Moisés ha repetido la misma idea: el recuerdo que conserva de sus tiempos en la Universidad como ‘un verdadero gozo’. Hacía su trabajo con pasión y alegría, no solo como un deber vocacional, sino como una necesidad que provenía de su incombustible capacidad para entregar a los demás lo que sabía, y lo que llevaba inscrito en su ‘corazón escolapio’: la Verdad de Jesús”. Así describió la profesora Adelaida Bidot su experiencia con el P. Moisés Navascués Leoz Urdín Induráin durante una entrevista que compartió en el libro Cooperatores Veritatis.
Padre Moisés nació el 28 de agosto de 1930 en San Martín de Unx, una pequeña villa española ubicada en un montículo de la Comunidad Foral de Navarra, Pamplona. El 12 de junio de 1954, a los 24 años, se convirtió en sacerdote escolapio. Como sacerdote escolapio, recibió la encomienda de servir en Puerto Rico. Llegó el 14 de agosto de 1966 y fue la residencia de los Escolapios del recinto de Ponce de La Católica su hogar durante 42 años.
“Lo recuerdo como una persona amigable y transparente. Todo lo que pensaba lo decía. Era un poco inquieto y siempre me comentaba que se preparaba muy bien para las homilías. De hecho, en las homilías, buscaba siempre una anécdota. Tenía chispa, para atraer la atención del público”, recordó monseñor Félix Lázaro en entrevista con Huellas del Futuro Informa.
El profesor de Filosofía, Néstor Gómez dijo “Era unn hombre muy calladito , simpático y muy atento con los estudiantes”.
Incluso, también fue capellán de la Universidad por 10 años. De hecho, en el libro. Cooperatores Veritatis, la profesora Bidot publicó un extracto de la carta que envió P. Moisés al entonces presidente, Francisco Carreras. “Es necesario actualizar a plenitud actividades propias del Comité Interdisciplinar y del Instituto de Doctrina Social de la Iglesia, para conocernos mejor los que laboramos en la Institución. Difícilmente se podrá llevar el mensaje cristiano y católico si apenas nos conocemos: ‘Must be primarilly relational’ y después ‘revelational environment’”, se cita en la segunda parte del libro.
El sacerdote completó en la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico un Bachillerato en el Colegio de Humanidades, con especialidad en Ciencias Sociales en 1969. Posteriormente obtuvo una Maestría en Educación en 1972 hacienda el internado en Orientación. Fue profesor de Teología en La Católica por más de cuatro décadas.
En la página 130 del libro Cooperatores Veritatis, la profesora Bidot cita una de sus expresiones. “Para mí, los cursos eran una gozada. Era feliz y no hubiera hecho otra cosa en mi vida ni por todo el dinero del mundo”.
Monseñor Lázaro rememoró “Sus clases eran amenas, buscaba siempre la manera de atraer a los estudiantes. Se entusiasmaba mucho de enseñar”.
Lázaro incluso compartió otra de las grandes pasiones de padre Navascués: el futbol. “Era un aficionado al futbol, ese era su deporte. Más que practicarlo, era un fiel seguidor de los Club Atlético Osasuna de Pamplona y Real Madrid”.