¿Promesa o pobreza?
Discuten las medidas que impone la Junta de Control Fiscal y sus consecuencias para los puertorriqueños. Jalibeth Rodríguez Rivera “Promesa es la antítesis de los derechos humanos en Puerto Rico. Es una trampa que lleva a la pobreza”. El doctor en Derecho, René Pinto Lugo, levantó su voz de urgencia ante la realidad de la Ley Promesa y las acciones de parte de la Junta de Control Fiscal. Durante el foro ¿Promesa o pobreza? que organizó el Instituto de Doctrina Social de la Iglesia, el letrado insistió en que las medidas que impone el ente federal en la Isla frenarán el desarrollo económico de Puerto Rico, lo que representará un deterioro social dramático. “Las imposiciones de austeridad de las transacciones a 40 años, si tomamos en cuenta el plan de reestructuración de la deuda de COFINA, son insostenibles. Es un impedimento real al desarrollo de nuestro país. Esto evitará que los ciudadanos puedan sobreponerse a la trampa de la pobreza. Es un gatillo que provocará un mayor éxodo migratorio, y tendremos menos desarrollo económico y social En Puerto Rico”, acotó Pinto Lugo. El profesor de Derecho es demandante en uno de los casos adversatorios del caso de Título III de Promesa con varios sindicatos y con la organización VAMOS. Para él, la educación es un vector prioritario que sufrirá recortes significativos. “La única verdadera arma que tiene el país para resolver la crisis en la economía es la educación, y cada vez se recorta más. Es vital crear conciencia sobre lo que representa Promesa, que está por encima de nuestros funcionarios electos, con poderes de naturaleza ejecutiva, legislativa y judicial”, afirmó. Durante el encuentro también se presentó el profesor Juan Mercado. Este hizo un recuento histórico del pensamiento norteamericano sobre los territorios. “Lo que se vivió desde finales de siglo 18 y se continúa viviéndose hoy es consecuencia del interés del gobierno de Estados Unidos de tener unos recursos naturales disponibles para sus empresas y asegurar unos mercados para sus productos. Ese pensamiento no ha cambiado desde entonces y la Ley Promesa es resultado del desinterés y la falta de empatía del gobierno federal hacia Puerto Rico”, sostuvo. Mientras, el Lic. Israel Lugo Santiago, director del Instituto de la Doctrina Social de la Iglesia, explicó “Hemos traído a la discusión esta realidad, porque es un tema que no nos podemos callar. Es importante continuar la discusión de las consecuencias políticas y sociales de la mal llamada Promesa que está condenando a nuestro país a la pobreza y a la miseria”.]]>