¿Qué hay después de María?

Cómo lidiar en el nuevo año con los cambios tras el huracán

Culminó el 2017, año que trajo consigo una de las experiencias más impactantes para la Isla. El paso del huracán María sin duda ha sido uno de los eventos que ha trastocado la rutina de los puertorriqueños y su forma de ver la vida.  Quienes han tenido la experiencia de visitar las comunidades más fuertemente impactadas por el fenómeno coinciden y resaltan la solidaridad y empatía mostrada por estas personas.

Según la experta en conducta humana esas vivencias le permitieron identificar algunas características y valores que siempre deben estar presentes en momentos como los que hemos vivido y estamos por vivir.

“A través de las actividades de impacto comunitario coordinadas con el Comité de Solidaridad de la PUCPR, el personal y estudiantes de la Clínica Interdisciplinaria de Servicios a la Comunidad  hemos podido constatar el sentir solidario y empático de nuestras comunidades” sostuvo Ada Kercadó, directora de la Clínica. Según la experta en conducta humana esas vivencias le permitieron identificar algunas características y valores que siempre deben estar presentes en momentos como los que hemos vivido y estamos por vivir.   Ya entrado el 2018 la profesora Kercadó exhorta a continuar conviviendo con estos valores para poder lidiar con los efectos de María en el nuevo año. ¿Pero qué podemos hacer en 2018?   “Para empezar tenemos que aprender a ser agradecidos y usar sabiamente los recursos.  Aprendamos a cocinar lo esencial para no desperdiciar o a utilizar el dinero para lo que realmente necesitamos.  Podemos también  recordar que lo poco o mucho que ganemos o recibamos, debe ser bien invertido. También hay que seguir velando por el bien de nuestros vecinos.  Tal vez podemos ser un elemento de ayuda para algunas de sus necesidades” explicó Kercadó. La educadora, además,enfatiza en el valor de la esperanza, el amor y el compromiso como ente de recuperación.  “No todos vamos a caminar al mismo paso en el proceso de recuperación. Lo importante es que no nos olvidemos de los que pueden ir caminando más lento que nosotros. Las personas han encontrado una nueva manera de vivir, reconociendo su realidad. Tal vez no puedan vivir como lo hacían antes, pero viven, luchan, esperan. Van de la negación al enojo; de la negociación al dolor; del dolor a la aceptación. Estas etapas de pérdida tienen que ser vividas si queremos llegar a la fase de aceptación” sostuvo. “Este 2018 nos puede dar la oportunidad de poder ser agradecidos. No perdamos la esperanza. Sigamos compartiendo nuestro amor y seamos comprometidos no tan solo con los nuestros, sino también con nuestro prójimo. Estemos atentos al cuidado que requieren las personas que están a nuestro alrededor. Tengamos confianza en nosotros mismos. Que nunca perdamos la ilusión, que podamos ver el mundo a través de los ojos de los niños y que la alegría siempre reine en nuestros corazones” concluyó.

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